Su trabajo le obliga a viajar a Düsseldorf al menos una vez al mes y justo le tocaba ir esta semana. Estuvo mirando varios vuelos y se planteó, para llegar antes, tomar alguno que hiciera escala en Madrid o en Barcelona. Y uno de los vuelos que se planteó fue el 4U9525 de Germanwings cuyo final fatídico ya todos conocemos.
El engorro de la escala -"me tenía que quedar un montón de horas esperando en Barcelona"- finalmente le hizo desechar esa idea y comprarse un billete para viajar ayer directamente desde Palma: "Ha sido un golpe de suerte". Mientras hacía cola para facturar frente a los mostradores de Germanwings, esta joven mallorquina intentaba quitarle dramatismo al asunto, aunque finalmente admitía: "Miré ese vuelo, me he salvado de milagro".
No quiso decir su nombre por su familia. "Mis padres ya están lo suficientemente asustados aunque no haya pasado nada", argumentaba: "Si vieras la cara de mi madre cuando se enteró del accidente...".
"Pensé en mi hermana"
El martes, en cuanto se supo que se había estrellado un Airbus 320 con destino a la ciudad germana que ella tanto frecuenta, su móvil no paró de sonar, recibiendo llamadas de familia y amigos. "Yo estaba tranquila, cerrando las cosas que me tenía que llevar a Düsseldorf; me preocupaba más lo preocupado que estaba todo el mundo, sobre todo pensé en mi hermana, en el susto que se había llevado", apuntaba.
Como trabaja en una empresa turística con una pata en Mallorca y otra en Alemania, en seguida se empezaron a llamar entre los compañeros de trabajo: "Nos preguntábamos qué había pasado, pero no le ha pasado nada a nadie, menos mal".
La chica que pensó en viajar en el vuelo del martes. G. BOSCH
La joven ha volado un par de veces con Germanwings y no secunda a quienes asocian las aerolíneas de bajo coste con inseguridad o problemas de mantenimiento: "En absoluto, es la mar de seguro,voy muy tranquila, ¡si soy muy fan de Ryanair", bromeaba.
En su mismo vuelo, se embarcaba el abuelo de Franky y Arnau Arbona, que es alemán, vive junto a la frontera con Holanda y viaja a Mallorca cada tanto de visita. Ellos también suelen ir a verlo un par de veces al año, así que pasan mucho tiempo en el aire. Ayer admitían que daba "un poquito" de impresión que su abuelo volara a Dusseldorf enla misma compañía un día después del accidente, pero en general estaban muy calmados: "Ahora mismo Germanwings es la compañía más segura para volar, es una cuestión de estadística", razonaba Franky. "No estamos preocupados", reiteraba Arnau. Ambos rechazaban también esa idea de que las aerolíneas de bajo coste son más inseguras. Arnau, que por cuestiones de trabajo viaja "unas 30 veces al año", opta muchas veces por empresas low cost y "no hay ningún problema". Su hermano resaltaba que "todas las compañías aéreas pasan exactamente los mismos controles: estas cosas hay que tomárselas con cabeza".
Muchos pasajeros que se embarcaban ayer rumbo a Alemania compartían ese sentimiento de calma racional que demostraban Arnau y Franky. Así lo aseguraba por ejemplo Jens Rajjow que ayer volvía a Colonia después de pasar sus primeras vacaciones en Mallorca junto a su mujer y su hijo pequeño, que ayer correteaba feliz mientras su papá aguardaba pacientemente en la cola.
Franky y Arnau Arbona. G. BOSCH
Sin miedo
¿Asustado? "En realidad, no, nada asustado", comentaba, "lo único que tenemos que esperar porque hay un poquito de retraso y hay bastante cola, pero creo que es lo normal siendo el aeropuerto de Mallorca, ¿no?". Achacaba el accidente a una cuestión de "mala suerte" y creía que tanto con una compañía de bajo coste como con una tradicional "hay el mismo número de posibilidades, te puede pasar con cualquier aerolínea". Aseguraba que no se habían planteado dejar de volar ni que quizás se cancelara el vuelo: "¿Por qué iban a cancelarlo?".
La jornada en Son Sant Joan transcurrió ayer con normalidad y aunque los viajeros consultados se mostraban relajados, también hubo varios, más afectados, que no querían contestar a las preguntas de los periodistas: "¿El accidente? No, no, no quiero hablar de eso".
