Mallorca tiene desde ayer veinte puntos de venta de droga menos. La macrooperación "Forana", desarrollada por la Guardia Civil tras meses de investigación del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) ha barrido cuatro organizaciones, bandas independientes pero con nexos comerciales entre sí, que copaban la mayor parte del negocio del narcotráfico en la isla. Desde la introducción de grandes partidas de cocaína y hachís y su posterior adulteración para distribuirla posteriormente entre los consumidores. En total unos 150 agentes llevaron a cabo ayer veinte registros en locales y domicilios de Palma, Port d'Alcúdia, sa Pobla, Manacor, Porto Cristo, Montuïri, Algaida y Lloret, con un saldo de 18 detenidos -marroquíes y españoles- y la incautación de cinco kilos de cocaína, 137 plantas de marihuana, varias piezas de hachís y 65.000 euros.

Los agentes del EDOA llevaban meses siguiendo las actividades de estos grupos, unas pesquisas que se iniciaron con el seguimiento a una banda que se dedicaba a vender droga en sa Pobla. La vigilancia a la que fueron sometidos estos sospechosos permitió descubrir que mantenían relaciones con otras organizaciones de narcos que actuaban en otras localidades. El ovillo del que tiraban condujo a los investigadores a otras localidades, hasta cubrir prácticamente toda la geografía de Mallorca, desde Palma a Alcúdia y Porto Cristo.

Tras confirmar, después de semanas de vigilancias y seguimientos, que estas organizaciones copaban gran parte del tráfico de droga en la Part Forana e incluso abastecían a clanes de Son Banya, los responsables de la investigación decidieron reventar la "operación Forana" con precisión militar. Fueron movilizados 150 agentes entre los que estaban los miembros del EDOA y del resto de los grupos de Policía Judicial, apoyados por la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) como grupos de asalto, así como los agentes de los grupos de investigación y de los puestos de las distintas localidades.

A las siete en punto de la mañana -a la Guardia Civil le gusta pillar a los delincuentes de la cama- los diferentes equipos de asalto irrumpieron de forma simultánea en los domicilios. Los agentes iban provistos de mazas y arietes para derribar las puertas y, en cuestión de segundos redujeron a todos los moradores.

Los allanamientos con autorización judicial se sucedieron en los locales y domicilios previamente señalados. Cuatro en Palma -en la zona de Foners, muy cerca de la Comandancia de la Guardia Civil-, seis en sa Pobla, tres en Alcúdia, dos en Manacor, dos en Montuïri, uno en Algaida , uno en Lloret y uno en Porto Cristo. La firme actuación inicial evitó que se produjeran enfrentamientos reseñables.

Comenzaron entonces los minuciosos registros en busca de droga, dinero y pruebas de que los moradores se dedicaban al tráfico de droga. Los agentes tenían constancia de que los puntos más importancia de la operación estaban en sa Pobla -donde llegaron a cortar una calle en la que había varios domicilios que registrar para evitar enfrentamientos con familiares de los detenidos- y en el Port d'Alcúdia.

Fue precisamente en la segunda localidad donde apareció el premio gordo. Los agentes habían encontrado hasta entonces diversas cantidades de droga, pero menos de lo que esperaban. En la casa del presunto jefe de una de las organizaciones no hallaron gran cosa. Entonces revisaron uno de sus coches, un Fiat Punto estacionado en la Avinguda de la Platja . Y bingo. El maletero estaba abarrotado de recipientes de plástico con un polvo blanco -más de tres kilos de cocaína- y billetes. Los agentes necesitaron un buen rato para contar los cerca de 60.000 euros en billetes pequeños, que acabaron en montones sobre el césped de la zona ajardinada.

En total fueron detenidas 18 personas, de nacionalidad marroquí y española, e intervenidos cinco kilos de cocaína, 137 plantas de marihuana y diversas piezas de hachís. Los investigadores consideran desarticuladas cuatro organizaciones distintas que participaban en las distintas fases del negocio del narcotráfico: desde la introducción de grandes partidas de droga en la isla hasta su reparto por las distintas localidades y su venta a los consumidores.