Un policía local de Pollença admitió ayer haberse enzarzado en una pelea con un ciudadano al que solicitó que se identificara y que le golpeó estando bebido y aceptó durante el juicio abonar una multa de 900 euros por un delito de lesiones imprudentes.

Los hechos, juzgados ayer en la Audiencia, ocurrieron en la madrugada el 6 de septiembre de 2007, cuando el policía requirió a un hombre que se identificara y lo alumbró con una linterna, a lo que éste respondió golpeando la linterna contra el agente. Ambos se enzarzaron en una pelea lanzándose mutuamente puñetazos y patadas, hasta que intervino un compañero del policía. A su vez, la mujer que iba con el civil también lanzó manotazos al segundo agente cuando intentaba evitar que ella resultara herida. El hermano del hombre que se peleó con el policía también estaba acusado en el juicio porque después del suceso acudió al cuartel de Policía y empujó al agente involucrado.

Los cuatro admitieron los hechos ante el tribunal de la sección segunda. Así, el policía aceptó una multa de 900 euros por un delito de lesiones imprudentes. El hombre que se peleó con él abonará 600 euros por faltas de lesiones y contra el orden público. Los otros dos acusados pagarán 300 euros por una falta contra el orden público.