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Tribunales

Juzgan a dos guardias civiles por traficar con drogas en Cala Rajada

Los agentes negaron ayer haberse dedicado a vender estupefacientes en 2003 y 2004 y alegaron que en esas fechas eran consumidores de cocaína

Los cuatro acusados de vender droga en Cala Rajada, ayer en el juicio en la Audiencia de Palma. A la derecha, los dos guardias civiles. inés gonzález

La Audiencia de Palma juzgó ayer a dos guardias civiles por presuntamente traficar con drogas en Cala Rajada, Capdepera y Cala Millor, junto con dos compañeros de piso de uno de los agentes, entre los años 2003 y 2004. Los cuatro sospechosos supuestamente se dedicaban a la venta y distribución de cocaína, éxtasis y marihuana entre terceras personas en los dos domicilios en los que residían en Capdepera y Cala Rajada y también en un bar de copas de este último núcleo costero. Uno de los imputados, según la fiscalía, se encargaba de abastecer al resto al comprar las sustancias estupefacientes en el poblado de Son Banya.

Ayer al mediodía, los dos guardias civiles acusados, de 38 y 34 años de edad, negaron haber vendido drogas, si bien reconocieron que en esas fechas eran consumidores esporádicos de cocaína. Los dos agentes se desvincularon de los hechos y uno de ellos explicó que el dinero que le intervinieron los investigadores de la Policía Judicial de la Benemérita tras registrar su domicilio era para pagar el alquiler del piso.

Mientras, los otros dos imputados, que compartían vivienda en Cala Rajada con uno de los funcionarios policiales, admitieron los cargos ante el tribunal de la sección primera al alcanzar un acuerdo con la fiscal. Estos dos sospechosos, de 38 y 39 años, confesaron haber traficado con estupefacientes en esa época, entre 2003 y 2004, y evitaron pronunciarse respecto a la implicación de los dos agentes. "Reconozco los hechos y mi participación. De los otros, no. Me acojo a mi derecho a no declarar respecto al resto de acusados", respondió uno de ellos.

La fiscalía solicita inicialmente sendas penas de cinco años de prisión para los dos guardias civiles por un delito contra la salud pública y está previsto que rebaje su petición de condena para los otros dos sospechosos que ayer se declararon culpables ante la sala en el trámite de conclusiones. El juicio se suspendió a la una y media de la tarde y se reanudará el próximo 6 de febrero con la declaración de dos testigos que ayer no comparecieron en la vista oral.

"No he vendido sustancias estupefacientes en 2003 y 2004. Nunca me he dedicado a vender droga. En esas fechas, estaba de baja psicológica. Antes, era consumidor. Me sometí a un tratamiento de desintoxicación por consumo de cocaína", confirmó un guardia civil. Su compañero coincidió con él: "No he vendido droga nunca jamás. Yo consumía cocaína esporádicamente hace diez años, un sábado o un viernes al mes. Compraba lo mío para mí y ya está".

El segundo agente imputado explicó que acompañó al otro guardia en una ocasión a Son Banya para "comprar droga para mi propio consumo". Sin embargo, dijo no recordar nada sobre sus conversaciones con otros implicados que fueron captadas gracias a los pinchazos telefónicos. El hombre alegó que los 420 euros aprehendidos en su casa eran para el alquiler del piso y las plantas de marihuana incautadas eran solo el tronco y no tenían ningún tipo de sustancia.

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