Una monja murió ayer y otras tres religiosas resultaron heridas graves en un aparatoso accidente de tráfico que se produjo a dos kilómetros de Felanitx, cerca del camino de Son Albons.

El siniestro sucedió sobre las 20.30 horas de ayer cuando el vehículo en el que viajaban las cuatro religiosas se salió de la vía a la altura del kilómetro 20 de la carretera de Campos a Felanitx, por el margen izquierdo e invadió el carril contrario.

En ese momento no circulaba ningún vehículo en dirección contraria por lo que no se produjo ninguna colisión. Sin embargo, el coche chocó contra una acequia y una canalización de agua situada a la entrada de una finca del camino de Son Albons, por lo que las cuatro ocupantes del vehículo recibieron un fuerte impacto.

Sor Joana, de unos setenta años de edad y que iba en la parte de atrás del vehículo, falleció en el acto mientras que las tres acompañantes sufrieron politraumatismos graves. Una de ellas tiene 93 años y fue trasladada al hospital de Llevant de Porto Cristo. La conductora, de 55 años, padeció un traumatismo craneoencefálico y fue transportada a la Clínica Rotger mientras que la tercera herida, de 81 años, tenía múltiples policontusiones y fue trasladada al hospital de Manacor. Los servicios de emergencia del 061 fueron los encargados de prestar los primeros auxilios a las víctimas del accidente. Hasta el lugar del siniestro se desplazaron tres ambulancia dada la gravedad de las heridas de las afectadas.

Calzada húmeda

Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico señalan que en el momento del siniestro la calzada estaba húmeda pero no llovía. Las primeras investigaciones apuntan a la distracción en la conducción como causa del accidente. Según explican los agentes, el vehículo realizó una salida de la vía pausada y larga hasta chocar con la conducción de agua.

Los bomberos del parque de Felanitx y Manacor intervinieron para sacar a las religiosas que permanecían atrapadas en el interior del turismo, que quedó totalmente destrozado tras el brutal choque. Dos de las mujeres aprisionadas se encontraban en la parte delantera del coche y una tercera detrás junto a la fallecida.

Los bomberos tuvieron que arrancar las puertas del turismo para poder sacar a las cuatro religiosas del interior ya que había quedado destrozado por el efecto de la colisión.