El Port de Sóller se tiñó ayer de marrón. La tromba de agua que cayó a primera hora de la tarde desbordó el torrente de Norais en su desembocadura en el mar, donde la suciedad acumulada formó un gran tapón. El agua acabó inundando una vivienda cercana. Fue necesaria la intervención de los Bombers de Mallorca y de una máquina excavadora para retirar el cañizo. El fango se extendió entonces por toda la bahía, que presentaba un insólito color marrón. El aguacero obligó a cortar durante unos minutos el túnel de sa Mola.

La lluvia causó problemas en otros puntos de la isla. En Palma, una gran rama cayó sobre un coche en la calle Médico José Darder y una cornisa se desprendió en la calle Manacor, sin provocar daños personales. En Campanet, varios conductores quedaron atrapados en el camino de Monnàber Nou por la gran cantidad de agua acumulada. En Valldemossa, un pared de cinco metros se derrumbó sobre un coche. También varias de calles de Bunyola, Lloseta, Marratxí, sa Pobla y Binissalem quedaron anegadas, puesto que las alcantarillas no pudieron asumir los 50 litros caídos en una hora.