Un cazador aceptó ayer tres años de prisión por disparar contra la Guardia Civil con una escopeta de cañones recortados en un campo de trigo en el término de Sant Llorenç des Cardassar donde se ocultó después de ser perseguido por los agentes al saltarse un control policial. El acusado, de 62 años de edad, confesó los hechos ante la sección primera de la Audiencia de Palma y aceptó la condena. El hombre tiroteó un coche patrulla e intentó escapar de nuevo en su vehículo campo a través, pero se quedó atascado. Los agentes finalmente lo localizaron escondido en una cuneta en junio de 2009.

La Guardia Civil comprobó que el coche que conducía el sospechoso, modelo Opel Corsa, tenía la matrícula cambiada. Además, tras ser detenido, los investigadores descubrieron veinte armas, algunas modificadas, y 4.500 cartuchos de distintos calibres en un domicilio en Canyamel y en una finca en Capdepera.

El procesado, que inicialmente se enfrentaba a una petición de condena del fiscal de catorce años y medio de cárcel, ayer se declaró culpable de cuatro delitos: homicidio en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, depósito ilícito de armas y municiones y falsificación de documento público.

El fiscal ayer rebajó su solicitud de pena al apreciar las circunstancias atenuantes de reparación del daño, ya que el imputado ya pagó las indemnizaciones correspondientes a los agentes, y la de dilaciones indebidas, al estar la causa paralizada durante largo tiempo por motivos no imputables al sospechoso. Así, tanto el ministerio público como el letrado de la defensa Gaspar Oliver y el de la acusación particular Alberto García alcanzaron un acuerdo. De los tres años de prisión que el cazador aceptó, más de la mitad se sustituyen por multas, por lo que la pena efectiva no implicará su ingreso en la cárcel.

Los hechos se remontan al pasado 15 de junio de 2009, sobre las cuatro y media de la madrugada, cuando el hombre fue sorprendido por una patrulla de la Guardia Civil que le dio el alto mientras conducía su Opel Corsa con unas placas de matrícula alemana que no correspondían al vehículo en una carretera en dirección Artà. El cazador hizo caso omiso a los requerimientos de los agentes y continuó su marcha.

Casi una hora después, a las cinco y cuarto de la mañana fue localizado de nuevo en la rotonda de la carretera MA-15 con la MA-3040 por otra patrulla del Instituto Armado. Los agentes accionaron el sistema luminoso y empezaron a perseguirle, al darse a la fuga otra vez. En esta ocasión, el procesado se introdujo por el camino de Cal Falera y continuó por el camino sin asfaltar de Son Vives, en Sant Llorenç.

El conductor se metió en un campo de trigo y bajó del coche con una escopeta de cañones recortados y un revólver. El hombre esperó a los agentes y, cuando el coche patrulla pasó a escasos metros de donde estaba escondido, efectuó dos disparos con la escopeta recortada. El vehículo policial sufrió cinco impactos de posta en la parte inferior de la puerta delantera izquierda, en el guardabarros y en el neumático de esa zona, ocasionando unos desperfectos por valor de 3.750 euros.

Tras tirotear el coche, el cazador recargó el arma, la escondió bajo una higuera y se subió a su turismo, pero quedó atascado en medio del campo. Luego, continuó su huida a pie hasta que fue localizado oculto en una cuneta.