La muerte del empresario turístico Gabriel Català Rufino, de 46 años, causó una profunda consternación en Valldemossa. Buena prueba de ello es que el Ayuntamiento decidió ayer suspender el ´sopar a la fresca´ de final de fiestas en señal de duelo.

El director general de Viajes Urbis era muy querido y apreciado en su doble vertiente: empresario de éxito y consumado deportista. Su despegue vertiginoso en ambos ámbitos no le había impedido que siguiera siendo una persona afable y cercana en su ámbito más próximo.

En el ámbito empresarial, Gabriel Català Rufino había sabido continuar el legado de la firma fundada por su padre, Gabriel Català Amengual, y adaptar Viajes Urbis a los nuevos tiempos. La empresa turística se ha convertido en un gigante del sector y una de las mayores agencias receptoras de Balears. También tomó las riendas de la empresa de autocares Unibus.

Gabriel Català Rufino abogaba por conjugar el turismo más convencional con el más exquisito sin desdeñar ninguno de ellos. "Tenemos una infraestructura muy grande y necesitamos el turismo de masas. Un turismo de calidad no dará trabajo a todos", reconocía en una entrevista en DIARIO de MALLORCA en 1997.

Su faceta empresarial la había acompañado en los últimos tiempos por una mucho más lúdica. Su pasión por el deporte le había llevado a participar en numerosas carreras. Gabriel Català hacía gala de un espléndido estado de forma que le había llevado a tomar parte incluso en algunas de las pruebas más extremas.

De hecho, no había carrera que se le resistiera por elevada que fuera su dureza. Recientemente se había decantado por correr en travesías de montaña. Buena parte de las proezas deportivas que conseguía las colgaba en su perfil de Facebook.