La muerte de los mallorquines Agustín Comerón e Isabel Gost, pilotos del avión estrellado en Mali, ha sacudido a los municipios de Marratxí y sa Pobla, que hasta esta mañana mantenían viva la esperanza de que sus vecinos hubieran sobrevivido a la catástrofe. Pero la confirmación oficial de sus muertes llegaba a primera hora. "Se han hallado los restos pulverizados del avión y no hay supervivientes", informó la compañía aérea Swiftair.

Biel Serra, alcalde de Marratxí, expresaba su apoyo a la familia de Agustín Comerón a través de las redes sociales poco después de confirmase su muerte. En sa Pobla, el ayuntamiento emitió un comunicado de condolencias por la muerte de los pasajeros y la tripulación del avión siniestrado, especialmente por la de su vecina Isabel Gost.

El consistorio pobler ha ofrecido todo su apoyo a la familia de la copiloto, a quien describe como una persona "muy luchadora". Para mañana, se ha convocado un minuto de silencio a las doce frente al Ayuntamiento en su recuerdo.

El dolor de aquellos que conocieron a los dos pilotos quedaba patente en los cientos de mensajes que en las redes sociales se sucedían en su recuerdo. Muchos coincidían al destacar "la pasión por volar".

A Agustín Comerón lo describían como "una persona buena, pero buena de verdad. Enamorado de su profesión y, sobre todo de su familia". De Isabel destacaban su espíritu combativo y su optimismo, "era especial -decían- siempre sonriendo, entusiasta. Volar con ella era una alegría".

Una compañera de Isabel Gost en Spanair se despedía de los pilotos recordando que "los tripulantes no mueren, vuelan más alto".

Los restos mortales de los dos mallorquines, junto a los del resto del pasaje del avión de Swiftair estrellado, serán trasladados a la ciudad malí de Gao para luego ser repatriados a sus países de origen.