Una denuncia a la Policía Nacional de una joven búlgara víctima de explotación sexual en la Playa de Palma destapó una red internacional de trata de mujeres. Tres proxenetas fueron detenidos en Alemania y Bulgaria por obligar a prostituirse a jóvenes de Bulgaria en la capital balear y en otros puntos de Europa.

La denunciante había sido forzada a ejercer la prostitución en la calle del Jamón de la Playa de Palma. Cuando la víctima consiguió escapar de sus captores, acudió a una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para poner en conocimiento de los agentes el calvario que padecía.

Según el relato de la joven, varios individuos de nacionalidad búlgara explotaban a mujeres en Mallorca. Las víctimas eran extorsionadas con permanentes amenazas de muerte a sus familiares en su país de origen. Las jóvenes eran obligadas a prostituirse en la calle del Jamón y, ocasionalmente, en algunos clubes de alterne de la Playa de Palma durante los meses de verano.

Agentes de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF) de la Brigada de Extranjería en Palma se hicieron cargo el pasado mes de febrero de la investigación para desmantelar esta red de explotación sexual.

Prostituidas en Madrid

Cuando los proxenetas se percataron de que una de las mujeres que era explotada sexualmente por ellos se había escapado, huyeron a toda prisa desde Mallorca a a Madrid. Alguna de las víctimas ejerció durante un tiempo la prostitución en el polígono Marconi de la capital de España.

Los cabecillas de la red se temieron que la joven les podría haber denunciado, como efectivamente así hizo. Huyeron a Alemania para evitar el cerco policial. Otras jóvenes búlgaras fueron obligadas a prostituirse en clubes de Frankfurt, Hannover, Colonia, Münster y Berlín.

Al averiguar que los cabecillas de esta red de proxenetismo que operaba en Mallorca habían huido a Alemania, los investigadores de la UCRIF de Palma pusieron los hechos en conocimiento de sus homólogos de la Unidad Central. A continuación se emitieron varias órdenes europeas de detención y entrega.

La Policía española trabajó en estrecha colaboración con la policía alemana y la búlgara. Los agentes germanos se encargaron de localizar a los dos proxenetas que operaban en su país. Mientras, los policías búlgaros detuvieron a un compinche que captaba a las jóvenes en este país y extorsionaba a sus familiares para forzar a las víctimas a prostituirse.