-Usted ha vivido en primera línea esta evolución en la siniestralidad. ¿Se esperaba poder llegar a estos niveles?

-El descenso en el número de víctimas era un objetivo de la estrategia de seguridad vial marcada por las instituciones europeas. Se pretendía reducir las víctimas en un 50% en el periodo 2003-2008. Y entre todos los organismos que hemos participado en esta estrategia se ha logrado esa reducción. Ahora el objetivo para los próximos años es continuar con esta tendencia. ¿Si era esperado? Desde luego, era lo que se pretendía.

-¿Y es posible mantener la tendencia a la baja?

-Desde luego, nuestro objetivo es ese. La estrategia que ha presentado la Dirección General de Tráfico para los próximos años pretende reducir la cifra de víctimas de accidentes de tráfico y reducir su gravedad. Es decir, reducir el número de accidentes y que sus consecuencias sean más leves. Nosotros vamos a trabajar para conseguir esos objetivos.

-¿Y hasta dónde cree que se puede llegar?

-Siempre va a estar ahí el factor humano. Hoy por hoy es inevitable. El objetivo final sería que no hubiera ningún fallecido en carretera. ¿Cuándo se puede conseguir? No lo sabemos. Las mejoras en los medios técnicos en carreteras y vehículos llegarán a permitir que se consiga ese objetivo, pero será en un plazo largo. Desde luego lo que pretendemos es que la tendencia siga a la baja, tanto en el total de víctimas como en la gravedad de los accidentes.

-¿Estamos al nivel de otros países europeos como Francia o Alemania en cuanto a siniestralidad en carretera?

-España en la última década se ha situado en puestos de cabeza de toda la Comunidad Europea con uno de los porcentajes más bajos de fallecidos en accidentes de tráfico. Estamos entre los mejores países de Europa y además la mejora ha sido espectacular en una década. Antes estábamos en posiciones de cola. Y eso se debe tanto a los factores que le señalaba antes como a los cambios legislativos, el permiso por puntos, las modificaciones en el Código Penal, el hecho de que una determinada tasa de alcoholemia o el exceso de velocidad pasaran a ser considerados delito. Todo este tipo de medidas han tenido una gran influencia. A lo que hay que añadir la mayor concienciación de los conductores con campañas de información y la mejora de las infraestructuras. Y más aquí en Balears. La mejora que ha habido en los últimos años en las carreteras de Balears ha sido un factor muy importante en la reducción de accidentes.