Hay pequeños errores que acaban siendo decisivos. Un grupo de traficantes de droga se comunicaba con sus clientes a través de Whatsapp para recibir pedidos y concertar entregas. Hace unos días se citaron con uno de ellos en una gasolinera de Palma para darle la mercancía. Los cuatro camellos se llevaron una sorpresa mayúscula cuando, en vez de un comprador, apareció un batallón de policías que acabaron arrestándolos. Llevaban unos cien gramos de marihuana, once de cristal y dos papelinas de cocaína. Los narcos debieron de pensar que su detención fue fruto de una concienzuda investigación de los agentes, pero lo cierto es que se lo pusieron en bandeja. Resulta que al guardar el número de teléfono de un cliente se equivocaron en un dígito y el que grabaron era de un policía de Tenerife. El agente recibió un mensaje en el que le ofrecían llevarle cualquier tipo de droga al lugar de Mallorca que quisiera y decidió seguirles el juego a los narcos. Tras recabar abundante información, contactó con sus colegas de Palma y concertó la cita. A ciegas y con final en los calabozos.

Trato exquisito

El viernes llamó la atención en los juzgados una anciana de 92 años flanqueada por dos apuestos y fornidos jóvenes, que la llevaban del brazo. Eran agentes del grupo de Atracos de la Policía Nacional que acompañaban a la mujer a declarar a un juicio contra un falso revisor del gas que la había asaltado en su casa. Finalmente no fue necesaria su declaración porque el acusado se conformó. Los policías, comportándose como auténticos caballeros, la llevaron después a su domicilio.

Excusas de mal conductor

Durante toda la semana, la Policía Local de Palma ha establecido controles diarios sobre el uso del cinturón de seguridad. El jueves se montó uno en la confluencia de las calles Benito Pérez Galdós y Joan Alcover y en cuestión de minutos fueron cuatro los conductores interceptados por no llevarlo puesto, sancionados con 200 euros de multa y la pérdida de tres puntos del carné. La mayoría se excusaban diciendo que acababan de salir del garaje y que apenas iban a recorrer un par de calles. Pero entre todos ellos destacó la indignación de una mujer mayor, que no dudó en criticar en voz alta tanto despliegue policial y pidió premura al agente que le estaba poniendo la multa: "¡Dése prisa que voy al médico y no tengo todo el día!", espetó.

Un extraño atropello

Insólito atropello el que sucedió el pasado lunes en la calle Blanquerna de Palma. Un discapacitado que circulaba en silla de ruedas y al parecer con alguna copa de más arrolló a una mujer que caminaba con la ayuda de unas muletas. Ambos se enzarzaron en una acalorada discusión y varios testigos alertaron incluso a los servicios de emergencias. El discapacitado se marchó de allí antes de que llegase la Policía Local, pero fue localizado poco después. La víctima sufrió un leve golpe en la cabeza al caer al suelo.

Pepinillos beneméritos

Durante un juicio celebrado en la Audiencia de Palma contra dos agentes de la Guardia Civil, varios testigos hicieron referencia a uno de ellos como un ´pepinillo´. Resulta que es así como se conoce en el cuerpo a los guardias novatos.

Rotonda maldita

El pasado domingo un camión perdió las tres toneladas de cemento que transportaba en la rotonda de la ITV de s´Arenal. Es el sexto siniestro similar que se produce en ese punto, ya que al parecer la calzada tiene un peralte excesivo y, por muy lentos que entren los vehículos en ellos, el riesgo de perder la carga es alto.