La Guardia Civil se volcó ayer en las tareas de identificación de la mujer asesinada el viernes en la playa de Son Bauló. La víctima es una ciudadana de mediana edad, de entre 38 y 45 años, pelo castaño oscuro, raza blanca y complexión extremadamente delgada. En el momento del hallazgo del cadáver, el cuerpo estaba vestido con un pantalón vaquero, botas y un batín corto cruzado de color azul. No llevaba sujetador.

La fallecida no portaba ningún tipo de documentación encima, por lo que la prioridad de los investigadores del Grupo de Homicidios era su identificación completa.

En un primer momento, se barajó la posibilidad de que la víctima fuera una extranjera por sus rasgos caucásicos, pero ayer al mediodía perdía fuerza esta línea de investigación.

La mujer no llevaba joyas ni ningún efecto personal revelador. Salvo un anillo, una alianza, en el dedo anular de su mano derecha, que podría aportar luz al caso. Los agentes analizaron con detalle la alhaja, pero esta no llevaba ninguna inscripción con un nombre. Ni tan siquiera una fecha, a partir de la cual iniciar las pesquisas hasta dar con el nombre y los apellidos de la fallecida.

El anillo llevaría a pensar que la víctima es una persona casada o que años atrás contrajo matrimonio. Tras reunir varios indicios, la Guardia Civil sospechaba que podría tratarse de una ciudadana española con residencia en los alrededores de Son Bauló.

Por ello, los agentes ayer se entrevistaron con vecinos de Can Picafort y Muro y recorrieron bares y establecimientos tras la identidad de la perjudicada. Los investigadores también recorrieron varios hoteles de la zona en busca de alguna persona que conociera a la fallecida o la echara de menos. No consta ninguna denuncia por de-saparición en los ficheros de los cuerpos de seguridad.