"El día 31 de mayo de 2012, sobre las ocho menos veinte minutos de la mañana, salí de mi casa y bajé a la calle. Fui a abrir el coche y me salió Juan por detrás de mi todoterreno. Salió con un palo, un garrote, que era un tronco de sabina. Me dijo en ibicenco: ´Te vaig a matar´. Me pegó un garrotazo en la cabeza, caí al suelo y me siguió dando garrotazos. Me golpeó bastante. Le vi claramente. Era él, no tengo dudas. Me decía que me iba a matar. Yo no tenía ningún trato con mi sobrino desde 1993. Lo conozco físicamente y también lo reconozco por la voz". Así de contundente fue ayer la declaración de un hombre de 67 años que estuvo a punto de morir en Sant Antoni (Eivissa) a manos de su sobrino, Juan E.T., quien fue juzgado en la Audiencia de Palma por intento de homicidio.

"Quedé muy sorprendido al verle. No me explico por qué lo hizo. Yo lo pasé muy mal. Me dio garrotazos con el tronco. Tenía la cabeza sobre un charco de sangre. Cuando pensó que ya estaba muerto, él se fue. Tenía la cabeza machacada como una hamburguesa", prosiguió. Por su parte, el imputado, para quien la fiscal pidió ayer siete años de cárcel, negó los hechos y apuntó que su tío le había culpado por la mala relación familiar existente desde años atrás.