Las expectativas eróticas de un cliente de un centro de masajes de Palma distaron mucho de verse colmadas. Cuando la masajista le comunicó que el servicio no incluía "final feliz", el usuario reaccionó de manera airada. Al no ver sus deseos satisfechos, el hombre, de nacionalidad austriaca, profirió una serie de insultos a la empleada, se vistió apresuradamente y se marchó. Al rato tuvieron que desalojar el local tras declararse un incendio en el interior. Semanas después, la Policía Nacional detuvo al individuo por un presunto delito de incendio.

Los hechos ocurrieron el pasado 22 de enero en un centro de masajes situado en la calle Bisbe Maura de Palma, a escasos metros de la Plaza de España. Un cliente contrató allí un servicio . Cuando la masajista lo dio por terminado, el usuario le requirió una culminación sexual. Acto seguido, la empleada le negó en rotundo que el masaje incluyera "final feliz".

El cliente se mostró sumamente contrariado. Comenzó a insultar a las empleadas y les amenazó con arruinarles el negocio. A continuación, el hombre, de nacionalidad austriaca y 47 años de edad, fue a una habitación donde había una vela se vistió apresuradamente y se marchó.

Al poco tiempo, un intenso olor a quemado se empezó a sentir por todas las dependencias. Luego constataron que la habitación donde se había vestido el sujeto estaba en llamas y ordenaron el inmediato desalojo del local.

Varias dotaciones de Bombers de Palma acudieron poco después y sofocaron el incendio. La Policía Científica, por su parte, abrió una investigación y determinó que había sido provocado.

Con la descripción que le habían aportado las empleadas del centro de masajes, agentes de la Policía Nacional detuvieron la tarde del miércoles al sujeto por un presunto delito de incendio.