Un cubano de 28 años fue detenido ayer de madrugada con dos pistolas y 18 balas tras atacar a una patrulla de la Policía con dos cuchillos. El sospechoso, que ya fue detenido en octubre de 2011 por disparar desde su balcón y encañonar a un vecino, había acudido a dos centros de acogida para indigentes con las armas blancas y atacó al coche patrulla que iba tras él. Los agentes solicitaron refuerzos y lograron reducirlo. Está acusado de atentado y tenencia ilícita de armas.

El acusado llamó de madrugada al 112 diciendo que había matado a su madre y a su hermana en el cementerio. Acto seguido, su mujer explicó a la operadora que no sabía si era cierto lo que contaba y que el hombre acababa de salir a toda prisa de su domicilio, en la zona de General Riera.

Minutos después, los responsables de un centro de acogida para indigentes cercano llamaron a la Policía Nacional para explicar que un individuo armado con dos cuchillos estaba aporreando la puerta. El vigilante de seguridad le había impedido la entrada.

Una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana logró localizarlo poco después en otro centro de la misma zona. El sospechoso se mostraba muy nervioso y blandía las dos armas blancas, por lo que los agentes extremaron las precauciones y solicitaron refuerzos.

Pese a que los policías le dieron el alto y le pidieron que lanzara los cuchillos, el hombre arremetió contra ellos. Se abalanzó contra el coche patrulla y lanzó varias cuchilladas que impactaron contra las ventanillas. Fue entonces cuando uno de los agentes lo reconoció como el autor de un grave altercado ocurrido en 2011, cuando disparó con una pistola desde el balcón de su casa y encañonó a un vecino tras sufrir un accidente de coche en estado ebrio. En aquella ocasión, fue necesario un gran despliegue de policías para lograr reducirlo.

El caso terminó ayer de forma parecida. Tras la llegada de varias patrullas al lugar, se montó un dispositivo para capturarlo. Los agentes, equipados con sus armas, las defensas e incluso escudos, lograron desarmarlo y esposarlo. El sospechoso fue trasladado a Son Espases, ya que había sufrido un pequeño corte. Entre sus pertenencias se encontraron las llaves de un coche, que estaba aparcado en las inmediaciones. Los agentes inspeccionaron el vehículo y encontraron allí un revólver, una pistola automática y 18 balas. El hombre está acusado de atentado y tenencia ilícita de armas.