La jueza de guardia de Inca ordenó anoche el ingreso en prisión del uruguayo detenido por el atraco a un chalé de Pollença, cuyo morador falleció cinco días después por la paliza recibida durante el asalto, cometido a finales de diciembre. Tras tomarle declaración durante varias horas, la magistrada acordó el encarcelamiento preventivo e incondicional del detenido, acusado de los delitos de robo con violencia, robo en casa habitada, lesiones, detención ilegal y homicidio. La Guardia Civil continúa realizando gestiones para localizar y detener a otro sospechoso del crimen.

El arrestado fue conducido por la Guardia Civil a primera hora de la mañana a los juzgados de Inca. Esposado y custodiado por dos agentes, el hombre cubría su rostro con la capucha de su abrigo. Permaneció en la sede judicial durante todo el día y fue interrogado durante varias horas por la titular del juzgado de instrucción número 3 de Inca, en funciones de guardia. Ya por la noche, la magistrada decidió su ingreso en prisión preventiva y el hombre fue trasladado por la Guardia Civil al centro penitenciario de la carretera de Sóller.

El acusado, con antecedentes por delitos menores, fue arrestado el pasado martes por los investigadores del instituto armado. Los agentes habían recopilado varios indicios sobre su implicación en el asalto al chalé de una pareja de septuagenarios en la urbanización Síller del Port de Pollença cometido el pasado 27 de diciembre. Dos encapuchados abordaron hacia las nueve y media de la mañana al propietario, Kurt Schwab, un hotelero ya jubilado de 78 años y nacionalidad suiza. Los intrusos se abalanzaron sobre él cuando salió a recoger la prensa y lo metieron de nuevo en la casa, donde estaba su mujer, a la que encerraron en el baño.

Los atracadores lo maniataron y lo torturaron durante unas tres horas para que les entregase todo el dinero que tuviera. Sin embargo, se marcharon con las manos vacías dejando al hombre malherido. La víctima, que pudo abrir la puerta del baño a su mujer para que pidiera ayuda, ingresó en el hospital de Inca con graves lesiones en la cabeza y el pecho y estaba a la espera de ser sometido a cirugía maxilofacial por la brutal paliza recibida. Pero su estado empeoró el día 31, cuando sufrió una parada cardiorrespiratoria. Aunque pudo ser reanimado y trasladado a Son Espases, falleció de madrugada por las lesiones que le causaron los asaltantes.

Los agentes encargados del caso lograron identificar a los presuntos autores del robo mortal, dos uruguayos residentes en Pollença. Uno de ellos fue arrestado el pasado martes y ayer ingresó en prisión, pero el otro continúa en paradero desconocido. La Guardia Civil prosigue con las pesquisas para dar con él mientras sigue investigando si hay más implicados en el crimen.