La reclusa que sufrió quemaduras graves en el incendio del módulo de presos de Son Espases el pasado día 30 fumaba en la cama al tiempo que se le administraba oxígeno por sus problemas respiratorios. Un total de 21 pacientes, seis de ellos en régimen penitenciario, tuvieron que ser desalojados y reubicados en otras habitaciones.

El fuego se inició sobre las 18.55 horas del lunes, momento en el que sonó la alarma, en el bloque 3-O del hospital de referencia de Balears. El incendio se declaró en el módulo de presos y se propagó con extrema rapidez al resto de estancias de la zona.

El centro sanitario activó el protocolo establecido para estos casos. Todos los pacientes tuvieron que ser desalojados con celeridad para evitar que fueran alcanzados por las llamas. No obstante, una reclusa, la supuesta causante del incendio, sufrió quemaduras de segundo grado en uno de sus brazos.

Varias dotaciones de Bombers de Palma se desplazaron rápidamente hasta Son Espases para sofocar el incendio. El fuego afectó una habitación del módulo de presos, aunque el humo se extendió al resto de las dependencias. Una hora después de su llegada el fuego ya estaba controlado.

Solo hubo que lamentar una paciente herida. La presunta causante del fuego había sufrido quemaduras en el 15% del cuerpo. Al parecer, había sido trasladada el pasado domingo desde el Centro Penitenciario de Palma hasta Son Espases debido a la patología respiratoria que padecía.

Agentes de la Policía Científica y la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía abrieron una investigación para esclarecer las causas del incendio en el módulo de presos de Son Espases. Todos los indicios apuntaban a que había sido provocado. De acuerdo con la investigación, la supuesta autora, que cumplía condena por robo con violencia y tráfico de drogas, fumaba en la cama y el oxígeno que se le administraba actuó como acelerante.

Personal sanitario del hospital se quejó de la "falta de personal" en el centro sanitario para vigilar a estos pacientes conflictivos.