El agente de la Guardia Civil de Sant Antoni (Eivissa) que fue juzgado por solicitar presuntamente datos para uso personal ha quedado absuelto de todos los cargos, según informa su abogado Jesús Herrero Antón. La fiscal solicitó, en la vista oral celebrada por la Audiencia de Palma, dos años, seis meses y un día de prisión, el pago de una multa de 3.620 euros y seis años de inhabilitación absoluta, lo que le habría hecho perder su puesto en el cuerpo. Sin embargo, el tribunal ha desestimado sus peticiones y ha decretado la absolución.

Los hechos juzgados se remontan al 14 de diciembre de 2010. Según el escrito de acusación del ministerio público, el agente solicitó a una compañera del cuartel de Sant Antoni que averiguara los antecedentes policiales o detenciones de un hombre de nacionalidad rumana que iba a venderle un coche. Ante el temor de que el vehículo que le iba a vender pudiese ser robado y para evitar una estafa, llamó a su compañera del cuartel y solicitó información sobre si ese individuo estaba detenido ya que "no contestaba a sus llamadas al móvil desde hacía tres días". La Audiencia absuelve de todos los cargos al Guardia civil al considerar que no existe delito, ya que la información aportada no tenía carácter de fundamental, ni lesionaba los derechos del vendedor.