­La Policía Nacional arrestó el jueves tras una inspección por el interior de clínica de Palma a un delincuente al que perseguían como autor de un intento de asesinato durante la reyerta entre clanes gitanos ocurrida a mediados de agosto en el Coll den Rebassa. Con la detención de Antonio S.C., de 22 años, alias El Cartucho, son siete las personas arrestadas por el enfrentamiento entre dos familias, originado por la separación de una pareja.

El punto culminante de esta disputa ocurrió en la madrugada del 11 de agosto, cuando varios miembros de estos clanes coincidieron en una discoteca de Can Pastilla. Uno de los grupos llegó a perseguir en coche al otro y ambos se enfrentaron con cuchillos y palos. El altercado acabó con dos heridos muy graves con lesiones de arma blanca.

Durante la semana siguiente se registraron nuevos enfrentamientos entre los clanes en Palma, en las calles Manacor y Capità Vila, donde algunos vecinos llegaron a oír detonaciones de armas de fuego.

Las investigaciones policiales condujeron a la detención, el 16 de agosto, a seis presuntos implicados en la reyerta. Se trataba de miembros de una familia afincada en el Polígono de Levante, acusados de herir a puñaladas a las dos víctimas. Todos ellos ingresaron en prisión por orden del juez.

Pero la Policía sabía que había más personas que habían participado activamente en la disputa, y uno de ellos era El Cartucho.

El pasado viernes, un policía de paisano reconoció al joven entre un nutrido grupo de familiares que acompañaban a un enfermo en una clínica de Palma. Conocedor de que estaba siendo buscado, el agente pidió refuerzos.

De inmediato se desplazaron al hospital numerosos efectivos policiales, tanto de paisano como uniformados. Para evitar un altercado en el interior de la clínica, los agentes se apostaron discretamente cubriendo todas las salidas. Poco después vieron que un coche se colocaba junto a la salida, con la puerta del copiloto abierta y el motor en marcha, lo que parecía un intento de sacar al fugitivo a toda prisa.

Los agentes tuvieron que entrar en el hospital y pese a los intentos de los familiares del sospechoso, unas veinte personas, por evitarlo, le localizaron finalmente escondido en una habitación. Fue detenido sin incidentes.

El enfrentamiento entre las dos familias, conocidas como "los Goros" y "los Olivillas", se originó a consecuencia de una separación de una pareja.