El gran fuego que se desató el pasado martes por la noche en Capdepera y Artà hizo que la playa de Cala Torta quedara ayer al mediodía vacía. La idílica cala virgen que en pleno verano está atestada de gente, ayer estaba desierta. La Guardia Civil cortó la carretera que da acceso a este enclave, por lo que ni el socorrista ni los empleados del conocido chiringuito de la zona estuvieron trabajando allí. Además, la playa estaba cerrada al público por la mala mar. Pese a todos estos contratiempos, una familia con niños llegó por un pequeño camino serpenteante hasta Cala Torta ayer al mediodía. Unos jóvenes también almorzaban bajo unos pinos.