La supuesta amistad que entabló una pareja, propietaria de un negocio inmobiliario, con una anciana fue aprovechada para apropiarse de su piso y desvalijarle la cuenta corriente. La Policía Nacional los detuvo como presuntos autores de un delito de estafa.

Los hechos se remontan al año 2010. Una pareja, dueña de un negocio inmobiliario, empezó una fingida amistad con una anciana de 86 años propietaria de un inmueble. La mujer acababa de enviudar y tenía a su cargo a un hijo discapacitado psíquico de 60 años.

Al parecer, la pareja consiguió hacerle firmar la cesión de sus bienes mediante engaños. Ellos se quedaron la casa y el garaje a cambio de proporcionar cuidados a su vástago.

Con la muerte de la anciana, todo estos compromisos se volatilizaron. La convivencia con el hijo discapacitado de la anterior propietaria se convirtió en un auténtico infierno. Las personas que pusieron para hacerse cargo de él no le facilitaron en absoluto las condiciones de vida.

El hijo de la dueña de la casa, completamente desesperado, decidió contar lo que le ocurría a un familiar. Al escuchar su relato, este denunció los hechos sin vacilar a la Policía.

Agentes del Grupo de Delincuencia Económica del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo de la investigación de los hechos. Los expertos detectaron en su versión de lo ocurrido que existían claros indicios de que podrían haber sido víctimas de una estafa.

Las pesquisas posteriores confirmaron las sospechas policiales. Los agentes averiguaron que habían alquilado el piso y la pareja les había vaciado todo el dinero de una cuenta bancaria en la que había 90.000 euros. Acto seguido, les detuvieron por estafa.