La familia de la víctima hizo público ayer un comunicado en el que agradece todas las muestas de apoyo recibidas durante estos días, y extiende su agradecimiento al Grupo de Homicidios, a la Unidad de la Policía Judicial, "y en especial a la impecable labor profesional y humana desempeñada por el jefe del Grupo, el brigada Juan José González, por su excelente trabajo que ha permitido un rápido esclarecimiento de lo sucedido". No es un comentario supérfluo, sobre todo porque este profesional ha tenido que soportar críticas tan injustas como espurias en un momento delicadísimo, a punto de esclarecer uno de los asesinatos más espeluznantes de los últimos años.

Pinchan en hueso. Hay personas que funcionan mejor bajo presión y que no dan fácilmente su brazo a torcer. Sobre todo si tienen el convencimiento íntimo de que están haciendo lo correcto, y que hay situaciones en las que es mejor ir poco a poco, paso a paso, hasta cerrar el círculo sin que quede un resquicio de duda. Es lo que han hecho estos guardias civiles. No son buenos profesionales, son excelentes. Pero algunos no entenderían esa cualidad ni aunque se la dibujaran en un plano.