Uno de los incidentes más rocambolescos investigados por la Guardia Civil en los últimos tiempos empieza a ser aclarado. El caso de la mujer que llegó a Son Espases alegando que no recordaba nada de lo que le había ocurrido en las horas previas y a la que le encontraron dos paquetes con joyas en el interior de la vagina ha pasado de ser catalogado como una presunta agresión sexual a un posible robo.

La mujer supuestamente sustrajo las alhajas en la casa de un conocido, se las introdujo en la vagina por motivos no aclarados todavía, y luego acudió a Son Espases alegando que no recordaba nada de lo que le había ocurrido y que tenía un fuerte dolor de ciática. El relato de la mujer llevó a los médicos a pensar que podría haber sufrido alguna agresión sexual durante las horas de las que no tenía conciencia, pero la sorpresa surgió cuando, durante el examen ginecológico, le extrajeron dos paquetes de joyas del interior de la vagina.

La mujer se presentó sobre las once de la noche del miércoles en Son Espases. Explicó que había estado comiendo en casa de un amigo en Alcúdia, y que no recordaba nada de lo que había ocurrido después y que sufría un fuerte dolor en la zona lumbar.

Ante la posibilidad de que la mujer hubiera sido drogada por alguien para abusar sexualmente de ella, se activó el protocolo establecido para casos de violaciones. Se alertó a la Policía Nacional, aunque el caso derivó luego a la Guardia Civil ya que el supuesto delito habría ocurrido en Alcúdia, y la mujer fue sometida a un examen. Fue entonces cuando el médico le extrajo del interior de la vagina dos pequeños paquetes de joyas envueltas en papel higiénico.

La investigación pasó al Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Guardia Civil, que se encarga de los delitos sexuales. Sin embargo, ayer los investigadores ya habían descartado que la mujer hubiera sufrido una agresión sexual. Mientras tanto, el hombre con el que habría estado comiendo el miércoles denunció la sustracción de las joyas en su domicilio.

La investigación derivó en un posible caso de robo, por lo que las diligencias pasaron al puesto de la Guardia Civil de Pollença, que ayer seguía con las pesquisas.