La Audiencia de Palma juzgó ayer a un hombre por violar y desvalijar a una mujer a la que había conocido por Internet después de drogarla con un fármaco en su casa en la ciudad. El procesado, de 46 años y que se encuentra en prisión provisional, negó los principales cargos y solo admitió haber enviado mensajes amenazantes a la víctima haciéndose pasar por policía para que ella retirara la denuncia. "Le dije que me quitara la denuncia porque estaba asustado. Tenía miedo de acabar en la cárcel", aseguró el imputado. Según su versión, ambos mantuvieron sexo consentido en el sofá y la mujer estuvo consciente en todo momento.

El sospechoso, que se enfrenta a una petición de pena del fiscal de 15 años de prisión por abuso sexual, hurto, estafa y obstrucción a la justicia, negó haber sedado a la perjudicada con un ansiolítico y también rechazó haberle robado y haber utilizado sus datos de la tarjeta de crédito horas después para hacer compras a través de la Red. En cambio, la víctima recordó que la noche del 31 de agosto de 2011 se quedó dormida de repente en el sofá después de cenar una ensalada con el hombre y luego ya no despertó hasta el día siguiente. "Estaba atravesada en la cama con el vestido subido hasta el cuello y sin ropa interior. Tenía molestias vaginales", explicó la afectada ante la sala.

Otras dos mujeres confirmaron ayer ante el tribunal que vivieron situaciones similares con el sospechoso. Una de ellas, con la que también había contactado por una red social en Internet, indicó que fue drogada en un hotel en noviembre de 2011 y que retiró la denuncia tras ser coaccionada. "Me amenazó con que iba a venir con una banda de moteros de los Hells Angels (Los Ángeles del Infierno)", señaló. Mientras, la otra testigo relató que, después de que el hombre le trajera un café a su casa con la intención de charlar, se quedó dormida en el sofá y ya no despertó hasta el día siguiente. "Luego descubrí que me faltaban joyas y dinero. Él me durmió", precisó la ciudadana.

La víctima manifestó que la noche que estuvo con el acusado, él se ofreció a preparar y servir un refresco. Un día antes, ya se habían visto y habían paseado por la playa. "Tuvimos besos y caricias, pero ya está", destacó la perjudicada. Sin embargo, el procesado alegó que mantuvieron relaciones sexuales en Ciudad Jardín. Y la noche siguiente, volvieron a tener sexo consentido en el sofá del domicilio de la mujer.

La perjudicada confirmó que, con posterioridad a los abusos, recibió 160 mensajes en su teléfono en los que el hombre la amedrentaba diciendo que era policía y que la estaban investigando por denuncia falsa. "Me asusté, me sentí amenazada. Me dijo que pertenecía a la banda de los peligrosos moteros Hells Angels", añadió la afectada, quien aseguró que fue desvalijada y estafada. La Policía, tras un registro, intervino al hombre dos armas simuladas y medicamentos. El fiscal pidió 15 años de cárcel para él; la acusación, 17; y la defensa aceptó dos años por obstrucción a la justicia.