La Policía Nacional arrestó el jueves al mediodía a un hombre de 32 años que presuntamente pegó fuego a un colchón en el vestíbulo de una finca en la calle Pablo Iglesias de Palma, donde presuntamente había entrado para robar objetos metálicos. El incendio provocó grandes daños en la entrada de la casa y la gran humareda obligó a desalojar a la docena de vecinos que se encontraban en el inmueble.

Los hechos ocurrieron sobre la una del mediodía del jueves. La central del 091 recibió varios avisos de vecinos de la calle Pablo Iglesias, cerca de la plaza del Obelisco de Palma, alertando sobre la presencia de un individuo que se introducía en los portales y se llevaba los pomos de las escaleras y otros objetos ornamentales que encontraba en las zonas comunes. Una dotación policial de paisano acudió rápidamente al lugar y vio a un hombre, que correspondía con la descripción del sospechoso, que se introducía en el portal del número 9 de la calle. Uno de los agentes se metió detrás de él y se encontró con que estaba pegando fuego a un colchón que había en el vestíbulo del edificio. El policía intentó apagar el fuego, pero no pudo, por lo que alertó a los vecinos para que desalojaran las casas y avisó a los bomberos.

El incendiario se escapó corriendo, pero fue interceptado poco después por el otro policía que había quedado en la calle. Se trataba de Eliseo I.V., de 32 años y con varios antecedentes por robo. En la mochila llevaba varios efectos presumiblemente sustraídos, piezas metálicas ornamentales de las escaleras y zaguanes.

En la finca, de cinco plantas, hay nueve viviendas, en las que en esos momentos había una docena de personas, entre ellas una mujer con varios niños pequeños. Todos pudieron salir sin incidentes a la calle.

Uno de los vecinos había dejado en la entrada dos colchones a la espera de que se vinieran a llevárselos operarios de Emaya. El fuego solo afectó a uno de los colchones, aunque las llamas causaron grandes daños en el vestíbulo. "El colchón se quemó muy rápidamente, por lo que pudimos salir a la calle sin demasiados problemas, pero fue un buen susto", comentaba ayer una vecina.