José Antonio Carrera Torres, el joven pirómano que padece esquizofrenia paranoide que fue condenado por prender fuego a un piso en la calle Madrid de Eivissa, se enfrenta ahora a una condena de 15 años de prisión por provocar otro incendio el 29 de octubre de 2011 en el número 2 la calle Agapito Llobet, junto al parque de la Paz, en el que murió la mujer que le acogió.

La fiscal le acusa por un asesinato consumado y pide que pague 150.000 euros a la hija de 14 años de la fallecida, María Victoria Pons Aguiló, una discapacitada psíquica que tenía 43 años y que había dado cobijo a Carrera porque le daba pena su situación. Además, si es condenado deberá indemnizar a los propietarios y a los inquilinos de los dos pisos del edificio incendiado que también sufrieron desperfectos en el siniestro. La representante de la fiscalía de Eivissa propone una condena alternativa: doce años de prisión por los delitos de homicidio e incendio.

Carrera, natural de la isla y que ahora tiene 22 años, lleva más de 17 meses recluido en la prisión de Palma, desde el 31 de octubre de 2011, y allí será juzgado por un tribunal popular en la Audiencia de Balears. El 3 de septiembre de 2012 aceptó una condena de ocho meses de cárcel y tres años "de tratamiento médico externo adecuado a su patología" por prender fuego el 21 de diciembre de 2010 al apartamento que compartía con otro joven en el 42 de la calle Madrid. En ese incendio no hubo víctimas.

Antes, en octubre de 2010, provocó supuestamente otro fuego en un terreno cercano a la casa de su abuela, en Can Misses. Aparte de otros sucesos similares desde que era niño, su afán de protagonismo, según explican fuentes próximas al caso, le llevó a autoinculparse del incendio que el 18 de septiembre de 2011 devastó los bosques cercanos a Roca Llisa.

"Si sigue así, habrá víctimas"

Su tía advertía en verano de 2011, en un carta remitida a Diario de Ibiza: "Todavía no ha habido ninguna víctima pero como sigamos así las habrá", a lo que añadió que su sobrino "estaba pidiendo a gritos que le encerraran en algún sitio, que lo encarcelaran para que no pudiera hacer nada malo". Sin embargo, Carrera siguió deambulando por las calles, durmiendo a la intemperie, en hostales cuando tenía algo de dinero o en casas de conocidos que le acogían.

Una de las personas que se apiadó de su situación fue Victoria Pons, con la que discutió a causa del interés sentimental de Carrera por su hija. El 29 de octubre de 2011 el joven prendió fuego a un trapo y lo arrojó a un sofá, provocando un incendio en el que falleció la mujer.