Un joven fue juzgado ayer en Palma por cometer cuatro atracos a punta de cuchillo a cara descubierta en establecimientos comerciales de la isla en solo tres días el pasado mes de septiembre. El imputado, que se encuentra en prisión, reconoció ante la sala ser el autor de todos los asaltos, pero destacó que no sabía lo que hacía debido a su grave adicción a las drogas. "No era dueño de mis actos. No era consciente de lo que hacía. Estaba como en una nube. Necesitaba consumir. Todo el dinero me lo gasté en droga", indicó el sospechoso.

El fiscal, que primero reclamaba 14 años de prisión para el supuesto atracador, modificó sus conclusiones al final de la vista oral y rebajó su petición de condena a diez años y medio de cárcel por cuatro delitos de robo con violencia, uno de ellos en grado de tentativa, con las circunstancias atenuantes de reparación del daño y toxifrenia. Por su parte, el abogado defensor Bartomeu Oliver solicitó la absolución de su cliente al apreciar la eximente completa de trastorno mental transitorio. De forma alternativa, pidió tres años y medio de prisión.

El imputado recordó que el pasado 23 de septiembre entró en un bar con un cuchillo y pidió a los dueños que le dieran todo el dinero. Consiguió un botín de 900 euros que, según su versión, se gastó en drogas en Son Banya. Tres horas después, asaltó un hotel y, a los dos días, intentó atracar una panadería de Palma y robó en una gasolinera de Marratxí. Un policía indicó que el joven se hallaba bajo los efectos de las drogas. El acusado dijo que se gastó una herencia de 80.000 euros en un coche y en estupefacientes.