Una mujer que trabaja como controladora de la ORA fue juzgada ayer en Palma por presuntamente haber entrado a robar de madrugada en casa de un vecino, en un cuarto piso, aprovechando que los moradores estaban de viaje y que cayó al vacío por la terraza del domicilio al tratar de escapar de la Policía. La acusada sufrió gravísimas lesiones y quedó en estado de coma tras precipitarse desde la cuarta planta de una finca ubicada en el centro de la ciudad en el verano de 2011.

La sospechosa, que vivía en el primer piso, logró recuperarse de las heridas en el hospital y ayer compareció ante un juzgado de lo penal de Palma. La joven negó haber desvalijado la vivienda del vecino del cuarto y explicó que se despertó de madrugada al escuchar unos ruidos. Según su versión, abrió la puerta de casa y vio a un intruso que estaba removiendo unas cajas que eran suyas. Le llamó la atención y luego le siguió hacia la azotea. Al llegar allí, sintió un fuerte golpe en la cabeza y quedó inconsciente. Según apuntó, poco después notó cómo caía al vacío y se iba golpeando con varias cosas. Al cabo de una semana, despertó del coma en el hospital.

El fiscal solicitó para la imputada una pena de un año de prisión por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa. Además, pidió que se le prohíba residir en el edificio de la víctima, así como aproximarse y comunicarse con ella por un periodo de cinco años. La acusación particular se adhirió al ministerio público, mientras que la defensa reclamó la libre absolución de la joven.

Pese a que la sospechosa insistió en que alguien la golpeó en la cabeza y la arrojó al vacío en la madrugada del 19 de julio de 2011, un testigo aseguró ayer que vio a la mujer cómo se descolgaba de la terraza del cuarto piso y luego caía al suelo por su propio peso.

La acusada dijo que había dejado a su hija pequeña en casa y que solo llevaba el pijama y unas chanclas cuando subió a la azotea. Negó llevar unos guantes negros y una bolsa con multitud de frascos de perfume. En cambio, los policías que acudieron al lugar confirmaron que sí portaba esas pertenencias cuando la descubrieron malherida en la terraza de la planta baja. Según apuntaron, la joven cayó cuando trataba de escapar de los agentes para no ser descubierta. Un vecino recordó que esa madrugada oyó ruidos en el piso de al lado y en seguida llamó a la Policía. El perjudicado explicó que sufrió cuantiosos daños en el piso y que estaba de viaje en el momento del robo. Según indicó, hace pocos días también le quemaron el coche a su mujer.