Un policía local de Ciudad Real de 34 años mató ayer de tres disparos a su pareja, de 28, y después se quitó la vida con un revólver de su propiedad que le había sido devuelto el martes tras ser revocada su orden de alejamiento.

Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), la víctima le había denunciado el 8 de diciembre de 2012, por lo que se dictó una orden de alejamiento y de retirada de armas al agresor. Sin embargo, el juicio de faltas previsto para el 13 de diciembre se suspendió a petición de la mujer y, finalmente, al no mantener ella la acusación y al haber "versiones contradictorias" de las partes, el fiscal solicitó el sobreseimiento provisional de la causa, medida que decretó el juzgado número 1 de Almagro el lunes 4 de febrero.

El policía, natural de Bolaños de Calatrava, al igual que la fallecida, estaba de baja psicológica, separado de su anterior mujer y tenía una relación sentimental con la víctima. Los hechos ocurrieron sobre las 09.40 horas en la céntrica calle Real de Ciudad Real. Según los testigos, el hombre forcejeó con la víctima mientras esta le gritaba "¡déjame en paz!" y luego le disparó a escasa distancia. Luego huyó a un descampado donde se suicidó con la misma arma.