Un forense explicó ayer que la cuchillada que sufrió en la base del cuello Antonio Boned, el hombre de 48 años que falleció en el hospital un mes después de ser atacado en Sant Antoni, es una lesión mortal de necesidad si no recibe asistencia facultativa. El perito recordó que la puñalada seccionó la vena yugular interna y la externa, perforó el esófago y seccionó un nervio de la columna vertebral: "Se produjo una gran pérdida de sangre y un sufrimiento del cerebro por la falta de oxígeno". Otro médico discrepó y dijo que no era una lesión mortal: "La muerte no me la explico porque no había motivo". Por su parte, otra forense manifestó que el resto de heridos sufrió cuchilladas en zonas vitales, si bien no se temió por su vida excepto en dos casos.