­Un total de 35 personas resultaron intoxicadas, supuestamente por la mala combustión de unas estufas de gas, cuando asistían a un concierto de música clásica con motivo de la fiesta mayor de invierno en Gualba (Barcelona).

Según datos del SEM y de los bomberos de la Generalitat, de los 35 afectados quince fueron trasladados a centros hospitalarios: 12 a Palamós (Girona); 2 al Moisès Broggi de Sant Joan Despí (Barcelona) y uno en Sant Celoni (Barcelona).

El alcalde de Gualba, Marc Oriach, que también pasó la noche ingresado, explicó ayer que sólo quedaba hospitalizado uno de los intoxicados en el hospital de Palamós, porque es un paciente que arrastraba problemas cardíacos y los médicos querían mantenerlo más horas en observación. El alcalde indicó que los afectados por la intoxicación inhalaron seguramente monóxido de carbono procedente de las estufas de la iglesia de la localidad cuando asistían al concierto, por lo que sufrieron mareos, vómitos y dolor de cabeza.

Por su parte, el cura de Gualba, Carles Matilla, aseguró que las estufas fueron revisadas con éxito en febrero de 2010 y no tenían que pasar un nuevo control hasta 2015, aunque tras el "susto" del sábado tiene previsto pedir una nueva revisión hoy mismo.

Según el cura, las estufas estuvieron anteayer excepcionalmente abiertas unas dos horas, durante el concierto, ya que habitualmente sólo las abre media hora antes de la misa.

Después de que los bomberos comprobaran ayer por la mañana que la iglesia ya no contenía restos de monóxido de carbono potencialmente peligrosos, se retiró el precinto, por lo que se celebró una nueva misa en la parroquia de Gualba, una bucólica población de la comarca del Vallès Oriental que poco a poco va recuperando la normalidad.