­Los técnicos forenses extrajeron muestras del ADN del cadáver que apareció el lunes por la mañana en la playa de Santa Ponça para cotejarlo con las bases de datos de desaparecidos, en un intento de identificarlo. La autopsia, practicada ayer, confirmó que el hombre no sufrió una muerte violenta, y que habría fallecido hace varias semanas.

El cuerpo sin vida, que fue arrojado por el mar, fue encontrado a primera hora de la mañana de ayer por una pareja que paseaba por la playa de Santa Ponça. Se trataba de un varón y tenía las manos y la cara muy descompuestas. El resto del cuerpo estaba mejor conservado al estar cubierto por un traje de neopreno.

El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Palma, donde ayer fue sometido a la autopsia. Inicialmente se descartó que hubiera sufrido una muerte violenta.

Los forenses le extrajeron muestras para realizar las pruebas de ADN, que serán cotejadas con la bases de datos de desaparecidos en España y Europa, para tratar de identificarlo.