En lo que llevamos de año, dos conductores bajo la influencia de bebidas alcohólicas y que se fugaron del lugar del siniestro han acabado ingresando en la prisión de Palma de forma preventiva como presuntos responsables de graves accidentes de circulación que se saldaron con fallecidos. El último de estos casos se produjo en la madrugada del 22 de septiembre en el Paseo Marítimo de Palma, donde un hombre arrolló mortalmente a una joven y luego huyó. Meses antes, el 25 de marzo, un policía ebrio atropelló a una ciclista alemana y le causó la muerte cuando iba con un coche camuflado junto con un inspector. El agente se fugó y el juez ordenó luego que fuera encarcelado. Un caso distinto fue el del conductor bebido que a finales de 2011 arrolló mortalmente a una niña de tres años en sa Vileta. No huyó del lugar y el juez fijó una fianza de 15.000 euros con la que eludió las rejas. Este año, en octubre y mayo, dos ciclistas fallecieron atropellados por conductores que dieron positivo en Santa Maria y Cala Rajada. Quedaron imputados, pero no presos.