Un joven de 22 años fue juzgado ayer en Palma por dejar encerrados en casa a su mujer y al hijo de ambos, de cuatro, quienes tuvieron que ser rescatados por los bomberos. La fiscalía sostiene que el acusado actuó por celos y reclama dos años de cárcel por un delito de detención ilegal. Tanto el sospechoso como su pareja alegaron ayer que se trató de un malentendido, aunque los policías que actuaron afirmaron que la mujer estaba "aterrorizada" y les explicó que el acusado les encerró a propósito.

Los hechos ocurrieron el pasado 6 de febrero por la noche en un domicilio de la calle Àngel Guimerà, cuando una mujer comenzó a gritar pidiendo ayuda desde el balcón junto a su hijo de cuatro años. Al lugar acudieron varias patrullas de la Policía Nacional, que comprobaron que la vivienda estaba cerrada a cal y canto y que la joven no tenía llaves. Una vez liberados, la víctima explicó a los agentes que su marido los había dejado encerrados durante una hora, según contaron ayer los agentes durante el juicio, porque pensaba que ella le era infiel. Los policías explicaron que estaba "aterrorizada y muy nerviosa".

El acusado explicó durante la vista que todo fue un malentendido. Según contó, se marchó de la vivienda tras una pequeña discusión porque su pareja había dejado dinero a una amiga y cerró la puerta para evitar que el niño se escapara. Además, aseguró que no sabía que su pareja no tenía llaves. La mujer, por su parte, avaló esta versión y aseguró que cuando descubrió que estaba encerrada le entró un "ataque de claustrofobia", pero descartó que su compañero lo hiciera a propósito. "Si sé que esto va a acabar así, no hubiera llamado a la Policía", sentenció.

La fiscalía considera que estos hechos constituyen un delito de detención ilegal, por lo que reclama dos años de cárcel para el acusado. La defensa, por su parte, solicita la absolución.