"Tengo problemas con la droga, lo único que quiero es la pasta". Leonhard W., el joven alemán de 26 años que fue detenido en la madrugada del miércoles por la Policía Local de Marratxí tras cometer al menos cuatro asaltos a mano armada en dos días, se disculpaba de esta manera ante sus víctimas. Una investigación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha permitido reconstruir la carrera delictiva del joven, que parece ser que se había quedado recientemente sin trabajo y necesitaba grandes cantidades de dinero para consumir droga. De hecho, cuando fue arrestado se le intervino una papelina de cocaína que al parecer acababa de comprar en Son Banya con parte del botín. El joven fue trasladado ayer por la Policía al juzgado de guardia, y logró eludir la prisión provisional.

Según informó ayer la Policía Nacional de Palma, los agentes del Grupo de Atracos le buscaban desde el pasado sábado por la noche, cuando perpetró el que por ahora se considera su primer asalto. Fue en un bar de la calle Arquitecte Gaspar Bennàssar. El matrimonio propietario estaba cerrando las puertas cuando fue abordado por un joven con aspecto extranjero, que les amenazó con un cuchillo de gran tamaño. Le causó un pequeño corte en los dedos al hombre y le sustrajo 900 euros.

Durante la madrugada del martes se sucedieron los asaltos presuntamente cometidos por el mismo joven. Sobre las dos lo intentó en una panadería de la calle Manacor, aunque uno de los dueños se enfrentó a él y le puso en fuga. Poco después asaltó la recepción de un hotel en s´Arenal, de donde se llevó una cantidad de dinero no precisada. Para entonces todas las patrullas de servicio contaban ya con una descripción del sospechoso y del coche en el que se desplazaba, un Audi A4 familiar. Poco antes de las tres de la madrugada presuntamente dio su último golpe, en una gasolinera del polígono industrial de Marratxí.

A las cinco de la madrugada fue localizado por la Policía Local de Marratxí en un bar. Estaba jugando a las máquinas tragaperras y los agentes creen que estaba esperando a que se marcharan los clientes antes de intentar otro asalto. Cinco policías se le echaron encima y le redujeron, pese a que opuso resistencia. Iba desarmado, pero en su coche, aparcado cerca, encontraron el cuchillo, una papelina de cocaína y varias papeletas de tiendas de compraventa.

Las posteriores gestiones del Grupo de Atracos han permitido recuperar diversas joyas, una bicicleta de alta gama y una tabla de snowboard, que había vendido recientemente. Las gestiones proseguían para determinar si el joven está implicado en otros robos cometidos recientemente. El joven llevaba también en el coche algunos documentos que apuntaban a que había sido despedido de su empleo hace poco.