Un incendio destruyó ayer una céntrica pastelería de Palma. El foco del fuego se localizó en el horno y una espesa cortina de humo se propagó rápidamente por todas las dependencias. Las trabajadoras tuvieron que salir a toda prisa y se abrazaron consternadas en la calle.

El fuego se inició sobre las cuatro y media de la tarde en una pastelería situada en el número 1 de la calle Vinyassa, a escasos metros de la calle Aragón. En pocos minutos, las llamas y el humo se extendieron por el establecimiento de 60 metros cuadrados.

Cuatro dotaciones de bomberos de Palma, incluidas una autobomba y una escalera mecánica, se desplazaron hasta el lugar del siniestro. Los servicios de extinción tuvieron que hacer numerosas entradas y salidas a la pastelería provistos de equipos de respiración.

Una acumulación de monóxido de carbono se extendió hacia la vivienda contigua. Los bomberos de Palma realizaron una ventilación forzosa con aire comprimido

"Nunca pasó nada en 30 años"

Gabriel Escalas, el dueño de la pastelería siniestrada, trataba de asimilar el desastre. "Llevamos 30 años trabajando aquí y nunca había pasado nada", señaló.

Por su parte, agentes de la Policía Local de Palma se encargaron de cortar al tráfico los accesos. Los funcionarios establecieron un cordón para impedir la entrada del numerosos público concentrado en las inmediaciones.

Las asistencias sanitarias del Ib-salut también acudieron hasta el lugar del incendio. Los facultativos tuvieron que atender a uno de los policías locales que llegó en primer lugar al lugar del siniestro. El agente notó que respiraba con dificultad y sufrió irritación de garganta tras inhalar humo.