La Audiencia de Palma ha condenado a una banda a diez años de prisión por dedicarse a traficar con cocaína y cannabis en el verano de 2011. Los cuatro acusados confesaron ayer los hechos ante el tribunal de la sección primera que estuvo presidido por primera vez por la magistrada Francisca Ramis y aceptaron penas de cuatro y dos años de cárcel.

Los sospechosos, la mayoría de origen ecuatoriano, admitieron que entre los meses de junio y julio de 2011 utilizaron un domicilio de la ciudad situado en la calle Bisbe Cabanelles para distribuir las sustancias estupefacientes entre terceras personas. En concreto, vendieron dosis de cocaína y cannabis que previamente habían preparado y pesado en el inmueble. Así, los investigadores detectaron a finales de junio de 2011 a varios consumidores que acudían a la vivienda para comprar droga.

El pasado 21 de julio, los agentes registraron el domicilio y hallaron unos 30.000 euros en metálico distribuidos en billetes de distintas cantidades. También intervinieron pequeñas dosis de cocaína y cannabis, una balanza de precisión y otros utensilios con restos de una sustancia blanca que aparentaba ser droga. Los cuatro acusados se conformaron con la pena solicitada por la fiscalía.