La fiscalía reclama penas que suman 54 años y tres meses de prisión para una banda de narcotraficantes marroquíes por presuntamente dedicarse a vender hachís en Palma en el verano de 2010. Según la versión del ministerio público, los 13 acusados constituían un grupo perfectamente organizado que tenía el monopolio del tráfico de cannabis en todo el barrio de Son Gotleu. El principal imputado, el cerebro de la agrupación, supuestamente era el suministrador de la droga que posteriormente el resto de encausados se encargaba de vender al por menor en las calles Santa Florentina, Tomás Rullán e Indalecio Prieto.

Según la acusación, la banda funcionaba como un auténtico e ilícito trust, en el que los procesados no se hacían la competencia entre sí. Cada uno realizaba una función dentro del grupo. Unos captaban a los compradores, otros vigilaban y alertaban de la presencia de la Policía y otros vendían las pequeñas partidas de hachís a terceros, entre los que se encontraban menores de edad.

Los supuestos narcotraficantes serán juzgados la semana que viene en la Audiencia de Palma por un delito contra la salud pública. La banda fue desarticulada en octubre de 2010 en Palma por la Policía Nacional en la denominada ´Operación Perejil´, que permitió la incautación de unos 45 kilos de hachís tras varios registros simultáneos en domicilios.