­Un juzgado de Palma ha condenado a dos hombres a sendas penas de cuatro años y medio de prisión por falsificar unas 2.000 recetas con un sello médico para obtener grandes cantidades de anabolizantes y trankimazines con los que luego traficaban. Entre el mes de mayo de 2009 y el 3 de marzo de 2010, los sospechosos acudieron a decenas de farmacias de Palma y Manacor para conseguir los fármacos que luego vendían sin ningún tipo de control médico a toxicómanos y personas del ámbito deportivo. Con este ´modus operandi´ causaron un perjuicio económico al Servei de Salut de más de 20.300 euros.

Los imputados, defendidos por el letrado Gaspar Oliver, confesaron ayer los hechos y se declararon culpables de un delito continuado de falsedad documental en concurso con otro continuado de estafa y otros dos contra la salud pública.

Anteriormente, ambos ya habían sido condenados por otro juzgado a penas de dos años y medio de cárcel por hechos idénticos pero ocurridos entre marzo de 2010 y febrero de 2011, cuando manipularon más de mil recetas y así se hicieron con grandes cantidades de ansiolíticos que luego distribuían entre terceras personas. En esa ocasión causaron un gasto al Servei de Salut del Govern de más de 13.000 euros.

Lo novedoso del caso es que se aplica por primera vez en Balears en este tipo de delitos de tráfico de anabolizantes la doctrina del Tribunal Supremo que reduce las penas porque los dos casos podrían haberse enjuiciado en un único procedimiento. Así, tratándose de hechos ocurridos de forma continuada que no se acumularon y unieron en un único procedimiento en fase de instrucción y por tanto tampoco en un mismo juicio, ahora el juzgado descuenta la primera condena y la deja sin efecto, por lo que la pena efectiva se reduce por los dos casos a 4 años y medio de cárcel.