La Policía Local de Palma tenía vigilado el bar desde hace tiempo. Un bar de toda la vida de Son Ferriol que recientemente había sido adquirido por un hombre vinculado a clanes de Son Banya. Desde entonces, se habían registrado numerosas quejas vecinales referidas al consumo de drogas, partidas de juego ilegales y alborotos. Finalmente, agentes adscritos a la Divisió de Seguretat Ciutadana irrumpieron en la noche del pasado jueves en el establecimiento e identificaron a todos los presentes. El balance: siete actas por tenencia de armas, un acta por tenencia de drogas y otra por tolerancia ante el consumo de estupefacientes. Los agentes se incautaron de dos grandes machetes, una sierra, una pistola simulada y dos destornilladores presuntamente dispuestos para ser usados como armas, así como de pequeñas cantidades de cocaína y marihuana.

La intervención policial fue desarrollada por agentes de los grupos de la Divisió de Seguretat Ciutadana: Unitats d´Intervenció Immediata (UII), Grup d´Actuació Preventiva (GAP) y la Unitat de Seguretat Integral (USEI). La Policía Local había recibido numerosas quejas de este bar, ubicado en la barriada de Son Ferriol. Tras su reciente cambio de propiedad, había pasado a ser frecuentado por vecinos de Son Banya. Algunas fuentes apuntaron a que el actual propietario sería un testaferro, que actuaría en representación de clanes del poblado vinculados al narcotráfico.

Las quejas vecinales se referían al consumo de drogas y partidas de juego ilegales en el establecimiento, pero también a molestias por los ruidos y discusiones entre los clientes.

Veinte identificados

Tras una serie de vigilancias, los responsables policiales decidieron realizar una redada en el establecimiento. Fue el jueves sobre las nueve de la noche. Unos veinte policías irrumpieron por sorpresa en el establecimiento, e identificaron al encargado y a la veintena de clientes que se encontraban en el interior. Los agentes realizaron un registro tanto en el local como en cinco coches que estaban en la entrada.

Respecto al local y su dueño, los policías instruyeron cuatro actas por tenecia de armas, entre las que había una pistola simulada, varias porras policiales y un machete de un metro y medio de hoja. También le denunciaron por tolerar el consumo de tabajo y de sustancias estupefacientes en el establecimiento, por tenencia de útiles para el consumo de estupefacientes y por la venta no autorizada de tabaco.

Entre los veinte clientes identificados hubo tres actas por tenencia de armas –tanto armas blancas como contundentes–, un acta por tenencia de drogas y se retiraron dos de los vehículos por carecer de seguro.

Fuentes policiales apuntaron que esta actuación se enmarca dentro de un amplio plan de control de establecimientos y que hay más inspecciones previstas.