Un anciano indigente que dormitaba en un cajero automático de la calle Manuel Azaña tuvo un brusco despertar. Un sujeto se abalanzó sobre el desprevenido ´sin techo´ y le comenzó a golpear con su propio bastón. El ladrón sin escrúpulos fue detenido por la Policía Local de Palma la madrugada del domingo después de una persecución por las avenidas.

Los hechos ocurrieron en torno a la una y media de la madrugada del pasado domingo en el cajero de una sucursal bancaria situada en la confluencia de la avenida de México con la calle Manuel Azaña de Palma. Un coche patrulla de la Policía Local de Palma fue reclamado por un grupo de jóvenes que atendía a un indigente de 76 años. La víctima tenía una mejilla enrojecida y una herida en el tabique nasal. El ladrón le había propinado dos bofetadas y le había golpeado con su propio bastón para robarle el escaso dinero que tenía encima.

Los jóvenes habían sido testigos de la agresión. Señalaron como presunto autor del robo a un individuo que se había subido posteriormente en una furgoneta de color amarillo.

A escasos metros

Los agentes se toparon con el vehículo a escasos metros, en la calle Pérez Galdós. Los policías siguieron a la furgoneta sospechosa. Al advertir la presencia policial, el conductor se dio a la fuga.

Nada más ponerse el semáforo en verde, el conductor giró por la calle Joan Alcover. No obedeció en ningún momento a los policías. Pese a que los agentes pusieron en marcha las señales luminosas y acústicas de la sirena y los múltiples requerimientos para que se detuviera, el sospechoso no se dio por enterado.

Después de enfilar la avenida de Gabriel Alomar i Villalonga hizo el ademán de adentrarse en la calle Manacor. Los policías se pusieron en paralelo y le hicieron señales para que detuviera su marcha. Lejos de obedecer, el conductor hizo caso omiso.

Al llegar a la confluencia con la calle Jeroni Pou, varios coches le obligaron a detenerse en el semáforo en rojo. Un policía se apeó del vehículo para tratar de detenerle. De repente, se puso en verde y los otros coches iniciaron la marcha. El agente evitó ´in extremis´ que el conductor le arrollara.

Unos metros más adelante, al llegar a la calle General Ricardo Ortega, los policías atravesaron el vehículo y lo interceptaron. El conductor de la furgoneta amarilla no tuvo reparos en embestir el coche policial.

Los dos agentes lo tuvieron que reducir para conseguir hacerle bajar por la fuerza de la furgoneta. El conductor fugitivo se negó en todo momento a someterse a la prueba de alcoholemia. Los policías locales detuvieron a Juan A.F., de 48 años, por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas, robo con violencia, atentado a agentes de la autoridad y daños intencionados en el vehículo.

Pese a la violenta agresión que había sufrido en el cajero, el anciano indigente se negó a interponer una denuncia contra él.