Dos jóvenes de 20 y 31 años de edad, respectivamente, ingresaron el pasado viernes por la tarde en prisión por orden judicial como presuntos responsables de una gran plantación de marihuana descubierta en Felanitx. La Guardia Civil detuvo a los sospechosos en la tarde del miércoles por un delito contra la salud pública después de desmantelar un sofisticado invernadero de cannabis en una finca rústica a las afueras del municipio.

Los agentes se incautaron de 400 plantas de marihuana, que una vez limpias pesaron 40 kilos. Según informó el Instituto Armado, se trata de la mayor aprehensión de esta droga en las Illes Balears en lo que llevamos de año.

Los dos arrestados fueron conducidos el viernes al juzgado de guardia de Manacor para prestar declaración. Uno de ellos, el más joven, se acogió a su derecho a no declarar. Mientras, el otro, que figuraba como el inquilino del inmueble, descargó las culpas en el primero al alegar que le había subarrendado la vivienda a él y, por tanto, no sabía nada de lo que ocurría dentro de la finca.

La fiscalía solicitó prisión provisional eludible con una fianza de 6.000 euros para ambos. Al final, la magistrada de guardia accedió a la petición del ministerio público y acordó que ingresaran en la cárcel con una fianza de 6.000 euros. Como no pudieron pagar esa cantidad, los dos jóvenes acabaron en el centro penitenciario.

La sofisticada plantación fue descubierta gracias a una elevada factura de la luz que llegó al propietario, quien tenía alquilada la casa de campo a uno de los sospechosos y que, por tanto, era ajeno a lo ocurrido. Al ser alertada la Guardia Civil, los agentes en seguida localizaron el invernadero. Los investigadores comprobaron que los dos sospechosos habían creado un medio artificial para cultivar cannabis, seleccionando varias variedades de semillas, por lo que obtenían una alta concentración de sustancia activa.

Además, la plantación disponía de aires acondicionados, ventiladores, extractores, lámparas de alta presión y otros útiles para crear un microclima óptimo. La marihuana se hallaba distribuida en 4 dependencias de la casa, según las fases de crecimiento, e incluso existía un cuarto destinado al secado y procesamiento de las plantas, donde se localizó una pistola detonadora y dos básculas de precisión. Con este invernadero, en el que invirtieron 30.000 euros, se podían recoger varias cosechas en un año.