La Policía Nacional ha detenido en Palma a dos empleadas domésticas que supuestamente robaron numerosas joyas en los domicilios donde trabajaban. Las sospechosas aprovechaban el acceso que tenían a todas las dependencias de las viviendas para adueñarse de las alhajas, que luego vendían en establecimientos de compraventa de oro. Los investigadores han logrado recuperar buena parte de las joyas robadas, que además del valor económico tenían gran valor sentimental para las víctimas.

La investigación, llevada a cabo por agentes de la comisaría de distrito oeste de la Jefatura Superior, se inició hace algunas semanas tras recibir varias denuncias similares. Los perjudicados explicaban que habían desaparecido joyas de sus viviendas sin que ninguno de los accesos se hubiera violentado. Las víctimas hicieron una detallada descripción de las alhajas sustraídas.

Los agentes encargados del caso descartaron que se tratara de personas ajenas a la vivienda y centraron las pesquisas en las empleadas domésticas que trabajaban en ellas.

La Policía descubrió que las joyas desaparecidas habían sido vendidas en establecimientos de compraventa de oro y recuperaron buena parte de ellas, que han sido ya devueltas a sus dueños.

Así, en las últimas dos semanas han sido detenidas una española de 52 años y una peruana de 37 como presuntas autoras de delitos de robo. Ambas trabajaban como empleadas del hogar en los domicilios donde se habían cometido los hurtos de las joyas.

Al parecer, las acusadas aprovechaban los momentos en los que se quedaban solas en las viviendas para buscar en todos los rincones en busca de efectos de valor.

Según informó ayer la Policía, además del valor económico de las joyas, muchas de estas tenían un gran valor sentimental para las víctimas, ya que habían sido heredadas de sus antepasados.