El horror se descubrió sobre las cinco de la tarde en una casa de la calle Muntanyeta, en Inca. Una mujer que llegó al domicilio se encontró con los cadáveres de su marido y de su hijo, de cinco años. Los investigadores de la Guardia Civil creían ayer que el hombre habría dado muerte al pequeño ahorcándolo con una cuerda en el cuarto de baño, y luego se habría suicidado colgándose con otro cabo igual en la escalera del domicilio. De las primeras inspecciones realizadas por el forense y la Guardia Civil se desprendía que el crimen se había cometido varias horas antes, probablemente por la mañana. La pareja estaba en trámites de separación, por lo que se sospecha que el asesino habría actuado por despecho.

La mujer se encontró la terrible escena cuando regresó a su domicilio, en el número 77 de la calle Muntanyeta de Inca, una zona tranquila en el extrarradio de la ciudad, cerca de la salida hacia Mancor. En la escalera de la finca, formada por una planta baja y un piso, se encontró con el cadáver de su marido, identificado como Miguel H.T, de 66 años, ahorcado con una cuerda. La mujer entró en la casa y descubrió, en el cuarto de baño, el cuerpo sin vida de su hijo,Miguel, de cinco años, ahorcado con la misma cuerda, que habían atado a unas tuberías tras retirar el falso techo.

De inmediato se dio aviso a la Guardia Civil, Policía Local y ambulancias. Las dotaciones sanitarias que se desplazaron al lugar confirmaron los fallecimientos. De hecho, parecía que los dos llevaban muertos varias horas.

Ante las evidencias de que se trataba de muertes violentas, el caso pasó a manos de la Guardia Civil. Al lugar se desplazaron dotaciones de la Policía Judicial de Inca, del Grupo de Delitos contra las Personas y del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Palma, así como una comisión judicial con un médico forense.

Las primeras inspecciones realizadas en el lugar confirmaron la hipótesis inicial de que tanto el hombre como el niño llevaban varias horas muertos. Los investigadores apuntaron a que los hechos habrían ocurrido durante la mañana. Los dos estaban ahorcados con la misma clase de cuerda, de plástico, como las que se utilizan en los tendederos.

Todos los indicios apuntaban a que el hombre, de 66 años, habría dado muerte a su hijo y luego se habría suicidado. El cuerpo del pequeño, de cinco años, no presentaba otras señales de violencia salvo las causadas por el ahorcamiento. Después de matar al niño se habría suicidado.

Sobre las siete de la tarde los dos cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Palma, donde está previsto que a lo largo del día de hoy se les practique la autopsia.