La Guardia Civil inició ayer una investigación tras el hallazgo de una calavera y otros restos óseos que aparecieron esparcidos en un paraje situado en las proximidades de la carretera de Galilea.

Un hombre que paseaba por la zona de monte fue el que descubrió los huesos y el cráneo humano ayer por la mañana y en seguida alertó a las autoridades. Una patrulla de la Guardia Civil se movilizó y acudió al lugar. Los agentes comprobaron que se trataba de una calavera.

Los investigadores de la Policía Judicial empezaron las pesquisas pertinentes para tratar de determinar la procedencia de los restos cadavéricos y su antigüedad.

Tras una inspección ocular del lugar donde fueron hallados los huesos, en las cercanías de la carretera de es Capdellà a Galilea, a la altura del kilómetro 4,5, los guardias civiles desplazados se encargaron de recoger los restos y trasladarlos hasta el Instituto Anatómico Forense de Palma.

Los agentes también informaron de lo ocurrido al juzgado de guardia de Palma, que autorizó a los investigadores a que procedieran a recuperar la calavera. Un forense de la ciudad se encargará de examinar y estudiar los huesos con posterioridad para conocer nuevos datos.