"Todos estaban reunidos en una sala haciendo ejercicios de meditación sobre el miedo y el estrés cuando de repente dijeron que tenían que salir por un incendio en la montaña". Liss, la encargada de un grupo de 34 turistas daneses que pasan una semana en el monasterio de Cura con el objetivo de relajarse y desestresarse y que ayer tuvieron que abandonar el recinto ante el avance de las llamas, relata la experiencia con una amplia sonrisa.

"Al principio, pensamos que se trataba de una broma, pero luego escuchamos el ruido de los helicópteros. Por suerte, estaban todos reunidos en una sala y fue muy fácil salir en grupo, los 34. Bajaron la montaña a pie tranquilamente. En ningún momento hubo ninguna escena de tensión ni pánico", agrega Liss, responsable de Leadership in Time, que organiza estas actividades cinco veces al año.

"Hace cuatro años que vienen a Cura. Es curioso. Ellos viajan desde Dinamarca a Mallorca, una isla fantástica, para buscar la tranquilidad y hoy se han encontrado con todo esto. Ha sido una experiencia para ellos y creo que han aprendido. No se han estresado", comenta Liss.

Además de los 34 daneses de la hospedería de Cura, otros 30 clientes que se hallaban en el restaurante del Puig y unas cincuenta personas que estaban de excursión o haciendo picnic tuvieron que ser desalojadas. "Sobre las cuatro y media nos han avisado los bomberos y la Guardia Civil. Todo ha discurrido con tranquilidad", apunta Miguel Ángel, encargado de la hospedería de Cura. El recinto estaba repleto de gente al ser un día festivo, soleado y además el restaurante acogía las jornadas de la Mostra de Cuina.