La Brigada de Extranjería se enfrenta estos días a nuevos retos. A partir del próximo 30 de junio, los requisitos para conseguir el permiso de residencia por arraigo en Balears se rebajan de tres a dos años. Ante un previsible aluvión de permisos, el equipo que dirige Cristóbal Villalonga (Madrid, 1953) trabaja con idéntico ahínco como si nada hubiera cambiado.

—¿Cómo se tramita ahora mismo un expediente de expulsión?

—El procedimiento es el mismo de siempre Cuando detectamos que hay una persona en España en situación irregular le incoamos el correspondiente expediente. Una vez incoado, y pasado el periodo de alegaciones, lo remitimos a la Delegación del Gobierno, que en el plazo de seis meses resuelve con el decreto de expulsión o de multa. Dicta lo que proceda en cada caso.

—Con motivo de la crisis ¿ha habido un aumento de la población irregular en Balears? ¿Cuál es la situación actual?

—Habría que distinguir dos cuestiones. La persona que está ilegal, meramente ilegal, para nosotros en muchos casos pasa desapercibida porque no crea ninguna conflictividad. Estas personas por la crisis, ha podido retornar a sus países de origen. Por sus medios o haciendo uso del retorno voluntario.

—¿Han detectado más personas que hacen uso del retorno voluntario?

—No especialmente.

—¿Cuál es la principal diferencia con los delincuentes ´sin papeles´?

—En el otro capítulo, los extranjeros ilegales delincuentes la crisis no influye. La variación es la misma. El que está establecido como delincuente sigue operando o bien acaba en prisión cumpliendo condena. Si después lo podemos expulsar, lo expulsamos. Están afincados y están acostumbrados a delinquir donde se establecen. Hay algunos que están aquí ahora, pero antes han estado en otros países.

—¿Qué prevalece cuando se detiene a alguien que está en situación irregular y delinque: la expulsión o enviarlo a prisión?

— La actividad nuestra de expulsión está enfocada a expulsar extranjeros ilegales delincuentes. El que está en la calle y continúa haciendo actividades delictivas, le intentamos expulsar. Siempre con permiso de la autoridad judicial, por si tiene algunas otras causas pendientes. En algunos otros casos, se le expulsa una vez que ha cumplido condena en prisión. Son la mayoría de los casos.

—En los últimos meses ha habido mucha picaresca de personas que intentaban regularizarse con contratos falsos. No solo eran grupos organizados,

—El extranjero que está en situación irregular en un país trata por todos los medios de regularizar su situación. Hace poco desarticulamos un grupo importante. Organizaban contratos falsos y los presentaban en la Oficina de Extranjería con la única finalidad de obtener el permiso de residencia.

—¿Cómo actúan para conseguir esa apariencia de legalidad?

—Pagan los primeros meses la seguridad social y luego dejan de pagarla. En el dispositivo que hicimos recientemente detuvimos a 60 ciudadanos. En su mayoría senegaleses. En muchos casos son meras víctimas que tienen que aportar grandes cantidades a la organización para conseguir la tarjeta de residencia.

—Cuántos contratos falsos de trabajo se cuelan en Balears?

—No podemos decir cuántos son. Los que no detectamos no podemos decir cuántos son. Colaboramos con Inspección de Trabajo, Seguridad Social y tenemos una relación muy fluida con la Oficina de Extranjería, que recoge las solicitudes de residencia.

—En los últimos meses ha habido muchos ilegales a punto de ser expulsados que podían conmutarlo con multas....

—Personas con decreto de expulsión que llevaban más de tres años, presentando contratos de trabajo pueden conseguir la tarjeta por arraigo. Muchos contratos son legales. Hacemos una criba importante.

—El nuevo reglamento reduce de tres a dos años el tiempo de permanencia en España para regularizar la situación ¿cómo influirá?

—Hay que ver la aplicación a ver cómo queda. Entra en vigor el próximo 30 de junio y ya veremos cómo se desarrolla. Estamos a la expectativa.

—¿Qué pueden hacer con el aluvión de ilegales que en muchos casos solo cometen una infracción administrativa?

—Los recursos que tenemos son limitados. La primera prioridad que tenemos es incoar expediente de expulsión a ciudadanos extranjeros con actividad delictiva. El año pasado expulsamos a 160 extranjeros que acumulaban 1.000 antecedentes delictivos. La mayoría eran robos.

—Las denuncias contra prostitutas en Playa de Palma se han acumulado en muchos casos por robos.

—Lindan a veces lo ilegal, aunque tienen mínima actividad delictiva. Hacemos operaciones en colaboración con Guardia Civil o Policía Local en estos puntos.

—En esta crisis ¿cómo evolucionan los delitos contra los derechos de los trabajadores?

— Al haber menos trabajo, han descendido estos delitos. Había muchos en la construcción. Ahora se construye menos y han bajado estos delitos. Muy pocos empresarios se arriesgan a coger trabajadores sin documentación.

—¿Cuál es la principal vía de entrada ilegal en Balears?

—La principal vía de entrada no son las pateras. El coladero es distinto. Muchos intentan entrar como simples turistas, entran en espacio Shengen y les es más fácil llegar a España.

—¿Las bodas de conveniencia son un fenómeno al alza?

—Nigerianos o indios y paquistaníes con españolas es lo que más abunda. No hay convivencia de pareja .Hay casos en que el que se ha casado no sabe que la otra parte solo quería la nacionalidad y tiene resquemor. Lo normal es que haya un acuerdo económico.

—¿Qué característica de Extranjería tiene Balears más autóctona?

—Siempre ha sido pionera en extranjeros. Legales e ilegales.

HISTORIAL

--¿Después de su larga carrera cómo acabo en Extranjería?

Todo ha sido enriquecedor. Toda mi carrera como policía la he hecho en Balears. Estuve destinado en Maó tres años. En 1977 llegué a Palma. Estuve en el Grupo de Estupefacientes. Luego pasé a Seguridad Ciudadana. Donde más tiempo pasé, 17 años, fue en la Policía Científica hasta que en enero de 2009 me hice comisario.

éxito

----¿Cuál es el caso que llevó que más le ha gustado?

Resolver el crimen de una mujer que apareció maniatada en el edifcio de la Plaza de Madrid. Encontramos las huellas del asesino en los tiradores de las cortinas. Por eso fue condenado.