Unos 3.000 viajeros se vieron afectados ayer por la interrupción del tráfico ferroviario en la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona, a causa del descarrilamiento de un tren Avant en la estación de Calatayud (Zaragoza).

El accidente, que no causó daños personales y que obligó a cortar la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona, ocurrió a las siete y cuarto de la mañana cuando se encontraban en circulación doce trenes AVE con un total de 3.000 viajeros. Ocho de los trenes AVE habían partido de Barcelona y cuatro desde Madrid, según la compañía Renfe, que activó un plan alternativo de transporte para los viajeros afectados por el corte de la línea. Horas después, se restableció el tráfico.