"Cada día que pasa, uno está más confundido". Así resume Jesús Carlos Álvarez Crespo, profesor y periodista de la NHK [la radiotelevisión pública japonesa], con gran parte de su familia en Mallorca, su sentimiento cuatro días después del mayor terremoto de la historia moderna nipona. "Lo que preocupa en estos momentos de manera especial es la fuga de la central nuclear de Fukushima. Se han liberado 400 milisievelts de radiación, ocho veces más del límite permitido para un trabajador de estas plantas en un año. Dependiendo del viento, puede llegar hasta Tokio. Existe una gran confusión porque el futuro es incierto", añade Álvarez desde la capital de Japón.

Lluc Fluxà, un joven cocinero solleric, está a punto de salir de Tokio. "Por aquí se respira un aire de tranquilidad. Los obreros construyen casas, los restaurantes están abiertos, aunque los supermercados están bastante vacíos", señala Fluxà. "Las líneas de tren de las zonas sin electricidad están cerradas. Mañana cogeré un autobús hacia Osaka porque hoy no ha sido posible. Estoy bien", indica Lluc. El joven señala que el pasado lunes por la mañana la estación de Shinagawa estaba llena de gente, incluso estaba la Policía, que con cuerdas hacían filas para que los pasajeros entraran en orden en los metros. "Pero la gente está bastante tranquila", destaca.

Por su parte, Jesús Carlos Álvarez, informa de que los cortes de luz cada vez son más frecuentes en Tokio: "Los apagones siguen produciéndose a determinadas horas del día. Cada barrio tiene asignado un grupo y durante tres horas al día se corta la luz en los comercios y oficinas, de momento". "El desabastecimiento en las tiendas sigue más o menos igual. Llegan nuevas remesas de productos básicos pero en seguida se acaban", comenta Jecar.

"Los extranjeros se empiezan a marchar a sus países de origen. En la embajada de Francia recomiendan a sus ciudadanos que regresen y lo mismo hacen otras. La de España no dice ni pío. No han facilitado información ni datos sobre los vuelos disponibles para volver a casa, así como han hecho las de otros países como Italia", critica Álvarez. "Así está el panorama. Mañana [por hoy] puede producirse un gran terremoto... En fin, incertidumbre. Y los japoneses nos están dando una lección con su comportamiento. El civismo prima por doquier. ¡Qué gran país!", concluye Jesús Carlos.